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INFLAMACIÓN Y DOLOR

La sensación de dolor es una señal natural que nos advierte que algo no anda bien en nuestro organismo, por lo cual podemos decir que el dolor es una experiencia destinada a la protección cuyas características son susceptibles de un control superior. Para sobrevivir, cada organismo debe ser capaz de ajustarse rápidamente a los cambios de su ambiente, lo que es posible solamente cuando un estímulo permite una respuesta de adaptación. La nocicepción es un término neurofisiológico que se refiere a los mecanismos por los cuales se detecta un estímulo nocivo. A pesar de que los umbrales nociceptivos tal y como se miden en el laboratorio son constantes entre distintas personas, la experiencia del dolor y la capacidad para tolerarlo varían considerablemente de un individuo a otro y de acuerdo a la circunstancia.

INFLAMACIÓN

Tras el estímulo nocivo se produce un enrojecimiento debido a una mayor afluencia de sangre (hiperemia). Poco después, la zona comienza a hincharse y aparece el dolor. Desde la microcirculación empieza a salir líquido con proteínas y algunas células: el exudado, que forma el edema inflamatorio. Al aumentar la presión que provoca el edema, y también por unas sustancias liberadas durante la inflamación llamadas quininas, se etimulan las terminaciones nerviosas de la zona y se advierte dolor. Las células implicadas en el proceso inflamatorio son: los leucocitos, especialmente los granulocitos, los monocitos e histiocitos (denominados fagocitos) y los plasmocitos y mastocitos.

Características del dolor

Los dolores son clasificados, de acuerdo con su origen, en somáticos y viscerales.

Dolor somático
Cuando la sensación dolorosa se produce a nivel de la piel, del aparato locomotor o del tejido conectivo, se habla de dolor somático. Puede adoptar 2 formas: cuando el estímulo se localiza a nivel de la piel, entonces se habla de dolor superficial, mientras que el que se produce a nivel muscular, óseo o del tejido conjuntivo es considerado como dolor profundo.
El dolor superficial, que se produce por ejemplo luego de un pinchazo, se compone de 2 partes. El primer dolor superficial tiene un carácter agudo, es bien localizado y desaparece rápidamente luego de frenado el estímulo. Este estímulo doloroso suele acompañarse de reacciones rápidas de huida, como el retirar el pie al pisar un pedazo de vidrio, a fin de evitar más daños al organismo. A este dolor superficial primario le sigue a menudo un dolor superficial secundario, que en general es de carácter sordo, que es más difícil de localizar y que desaparece más lentamente. Este dolor superficial secundario es neurológicamente idéntico al dolor profundo, que origina, por ejemplo la cefalea - una de las formas de dolor más común que afecta a los seres humanos.

Dolor visceral
El contrapuesto al dolor somático es el dolor visceral. Es semejante a un dolor de carácter sordo y, junto con las reacciones de tipo vegetativo, al dolor profundo. Aparece por frente a la dilatación o los espasmos (en el dolor menstrual) de la musculatura lisa, en las hemorragias y en los procesos inflamatorios. Se puede presentar como dolor duradero como en los dolores estomacales o de tipo periódico como en los cólicos.

Dolor neurógeno
Junto al dolor somático y al visceral se puede presentar finalmente el dolor neurógeno. Se origina por el estímulo de fibras nerviosas, cuando las mismas son dañadas o interrumpidas, presentando un carácter agudo. Ejemplos de este tipo de dolor es la neuralgia del trigémino y el dolor fantasma luego de amputaciones: el individuo afectado refiere dolor del miembro amputado. El estímulo doloroso se origina a nivel del muñón de la amputación.
Dolor agudo y duradero
Además de su origen el dolor puede diferenciarse de acuerdo con su duración:
* el dolor agudo tiene un tiempo limitado, desapareciendo rápidamente. Este dolor puede tolerarse incluso sin medicamentos como en los tratamientos odontológicos.
* el dolor crónico puede presentarse como duradero en el dolor lumbar o tumoral o recurrente como en las cefaleas o angina de pecho). Los dolores crónicos son en general difíciles de tolerar.

Dolor psicógeno
No todos los dolores tienen su origen en los receptores dolorosos. A veces puede prevalecer una afección psicológica, en la cual el paciente no puede manifestar sus conflictos de otra manera que refiriendo dolores. La afección psicológica puede presentarse bajo una forma somática, como un dolor.

Dolores traumatológicos
Producidos por fracturas, luxaciones, tendinitis, esguinces, discopatías, artritis crónica. El dolor es localizado en la estructura inflamada o lesionada, existe limitación del movimiento como mecanismo de defensa para impedir la aparición del dolor.

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